sábado, 19 de marzo de 2011

Onceava pieza

No ha sido una de mis mejores noches en el trabajo. Estaba haciendo el trabajo sucio (el que a nadie le gusta hacer pero yo, por estar en la cola tengo qué) cuando me di cuenta que estaban hablando por superiores por ahí, secreteándose en un rincón. Es impresionante lo que llegan a rumorearse y a decir entre sí las personas en estos pasillos cuando la privacidad en las personas que atendemos se supone que debe ser sumamente importante. Me estoy desquitando con mi ensalada y con las teclas de la note, sé que no es algo que suene lógico pero así es. Pero definitivamente esto fue una de las mejores cosas que me pasó porque no es lo único. Pero no quiero frustrar este espacio con mis, válgase la redundancia, frustraciones.

Supongo que, como todo, hay días buenos y malos pero no pienso que los demás tengan que pagar los platos rotos. Ansío llegar a mi casa por primera vez en mucho tiempo, pero dado que eso es imposible hasta dentro de unas horas, me conformaré con escribir esto. No es una buena pieza, pero tiene título: Frustración. Tampoco es buen título y por lo que puedo notar no ando muy positivo esta noche. Pero esto también para mañana espero que ya haya pasado… supongo que esto es parte de “crecer” como profesionista, ¿no? Admitir que por mucho que ames y hayas entregado buena parte de tu vida en esto, lo cierto es que no todo puede ser perfecto pese a que ya estás intentando estar preparado para eso. Y pensar que esto es sólo el inicio.
Tristán.