martes, 25 de enero de 2011

Séptima pieza

¡Eh! No me he olvidado de esto, en absoluto. Al contrario, pienso que estos días he recordado mi blog con más frecuencia de la que he estado mentalmente preparado a hacerlo. Retomar la vida normal después de unas prolongadas vacaciones hacen que uno pierda el sentido real del tiempo y de cómo debe descansar y a qué horas en específico.

Debo decir que ha habido muchos temas para estos días, demasiados, pero hay uno que ha permanecido en mi mente desde que entable la conversación; el 2012.

Soy el tipo de personas que creen que los humanos no son tan afortunados para morir en un día de una sola vez. Hasta hace poco, no me imaginaba las cosas de otra forma y efectivamente, no me había topado a alguna persona que creyese en eso. Pero fue para mí, totalmente impresionante, el hecho de haber hablado con alguien que cree firmemente que el fin del mundo es en ese año. Que todo por lo que ha luchado no valdrá nada después de esa fecha. De verdad que fue sorprendente. Por respeto a sus creencias, no le contraríe, pero esa platica de diez minutos tuvo algo sorprendente dentro de mí; no porque fuese la charla de siglo, más bien porque me hizo entender que hay personas que realmente creen que van a morir en ese tiempo.

Por supuesto, respeto todo, pero como soy también fiel a mis creencias, se me hace ilógico que nada más el mundo acabe porque sí. En lo que yo creo, es que habrá algo, sí, pero no el fin del mundo… se dice un cambio de era, no que la tierra vaya a explotar en miles de chachitos.

Como sea, aun esas palabras que nos llevaron menos de cinco minutos, siguen clavadas en mí. ¿Por qué? No lo sé, quizás porque es sorprendente encontrarte a alguien con quien te puedes llevar bien, pero tener puntos de vista totalmente diferentes.

En una amistad, es necesario tener algo que pueda ser el factor común, pero eso, no deja de tenerme meditando por ello un buen rato.

¿Ustedes creen que morirán? ¿Qué el humano vivirá en sufrimiento? ¿Qué cómo se dijo en el año 2000 el mundo se va a acabar y la realidad en es que el mundo sigue exactamente igual o quizás un poco peor?

Esperemos unos meses más… esta controversia, sin duda alguna, está por llegar a su final.

Tristán.

lunes, 10 de enero de 2011

Sexta pieza

Los fines de semana son esperados por muchos. Debo decir que este en particular, no fue lo más grandioso para mí. Me recordaron viejas cosas mis padres en realidad. Temo decir algo inapropiado últimamente, más si lo pienso con detenimiento, creo que yo mismo me lo he buscado. ¿Qué puedo al respecto? ¿Y en mi defensa? Nada bueno. Quizás por eso me siento tan cómodo en volver a mi casa, al lugar donde vivo solo.

No digo que no les necesite. Quizás ya me acostumbre a mi soledad. ¿Eso será posible? La ausencia de trabajo me está afectando más de la cuenta. Afortunadamente, mañana regreso a mi ritmo normal de vida. Bienvenida sea la presión de mi trabajo, la extrañaba más de la cuenta.

Hoy comprobé cuán fácil es influir en las emociones de los demás. No es algo que hubiese querido hacer a propósito, pero… lo descubrí y también el don de manipulación. Lo bueno de esto, es que todo tiene sus fallas. La imperfección es lo mejor que hay aquí. ¿Qué hay del error humano? Siento que este es uno de ellos.

No tiene lógica para ustedes. Para mí sí. ¿Alguien entenderá todo esto? No lo sé, como sea aquí estamos hoy también.

No es bueno un poco de sentimentalismo.
Tristán.

viernes, 7 de enero de 2011

Quinta pieza

También hoy tengo tema; las relaciones de amistad, también lejanas. ¿Por qué será que es tan complicado mantener una relación sana? Personalmente creo que para que algo funcione, las partes puestas deben estar dispuestas a dar un poco de sí mismas y su comodidad. La falta de comunicación es fundamental en hechos como estos.

Alguien me comentó que la falta de comunicación abría grietas enormes en el corazón de quien quiere. Se pierden muchas cosas al iniciar con esto. El silencio no expresa nada y como no pueden verse de frente, unas simples letras tecleadas no pueden decir la absoluta verdad. Hay personas que ocultan su dolor, sin importar si con el silencio se dañan a sí mismas y muchas veces no se dan cuentan de qué las personas que les quieren sufren de igual manera porque saben que están dañadas y aun así no lo expresan.

También están las relaciones que expresan demasiado. Que todo el resentimiento se acumula hasta que no se puede más y explota. Y empiezan a decirse cosas sin sentido. Todo se pone más tenso, obligando a que se junten cosas que en primer lugar ni siquiera eran el centro del problema.

¿Por qué a las personas les costará tanto confiar y poder decir las palabras en el momento justo? Expresar lo que les dolió en ese instante y tratar de sanarlo. Si bien, hay veces que es mejor guardar silencio, tiene la misma importancia el saber cuándo hablar.

Si no se hace a tiempo, sanar esas heridas será más difícil. Quizás lleve más tiempo del que había esperado. Mi madre solía decir que es más fácil llevar una relación amorosa que una de amistad. Usualmente porque las amistades de tu mismo sexo hace que se vuelva más profundo y a su vez, más doloroso.

Las peleas en la amistad son un choque de orgullo. Y las personas nunca quieren admitir que tienen la culpa y se la echan mutuamente. Personalmente,
tengo que decir que no soy el mejor llevando relaciones pero, supongo que el tener a una amiga por más de veinte años dice mucho, ¿no?

Las personas nunca dejan de impresionarme. Eso es todo. Las personas no quieren sentirse solas, pero idean la forma de hacerlo. Lastimar a alguien es opcional. Creo que… debería pensar bien en esto, antes de hablar definitivamente. No quiero lastimar a alguien a quien quiero.
Tristán.

jueves, 6 de enero de 2011

Cuarta pieza

Tengo un tema el día de hoy; las ocasiones especiales y siendo más específicos, los cumpleaños. Los lejanos. ¿Cuándo uno expresa sus buenos deseos con sinceridad, estos en verdad se llegaran a sentir en unas cuantas líneas e imágenes? Espero que sí. Espero que mis escasas palabras hayan ayudado a hacer del cumpleaños un día mejor. Aunque conozco algunos que se entristecen en estas fechas. Espero sinceramente que esta persona no sea una de ellas. ¿Saben qué es lo más interesante de todo esto? (Léanme, pareciera que fueran demasiados los que leen estas líneas) que las felicitaciones son para una persona que apenas conozco. Nuestro trato es… ¿inusual? No, creo que “indirecto” es la palabra más adecuada. Pero aun así, estoy despierto a la 01:39 am para ser el primero en felicitarle.

Es gracioso como uno puede llegar a apreciar a las personas pese a una relación como ésta. ¿Alguien que pase por aquí también será su cumpleaños? Muchas felicidades entonces. Mi mes favorito de cumpleaños es en noviembre, aunque soy de octubre. Pienso que noviembre es un mes perfecto para nacer, además me gusta el “olor” de dicho mes. He dicho que si alguna vez llego a tener una familia, será en ese tiempo.

Mis divagaciones han terminado por hoy. Al menos eso creo. Creo que me tardé en publicar la de ayer-hoy. Me pondré al corriente hoy en la tarde, tendré mis diez minutos de paz. Bien, noctámbulos, felices sueños, santo, cumpleaños, día de muerte, no sé. Sean buenos.
Tristán.

miércoles, 5 de enero de 2011

Tercera pieza

En la primera pieza que escribí, cuando hace dos días inicié esto, mencioné las palabras de una amiga querida; pues bien, esta amiga se ha hecho mi seguidora en este blog. Visité el suyo y no tiene nada. Desde noviembre. Sin embargo, tiene algunas partes de varios de sus escritos, mismos que siempre me da a leer a mi primero. Se podría decir que soy su especie de ¿editor? Como sea, pues, aquí su espacio, mis minutos dedicados a ella. ¿Debería decir más de ella? Es una persona normal, bastante desde mi punto de vista. Tiene los detalles que la mayoría de la gente no tiene, lógicamente como todos. Me gustaría compartir algunas cosas de su vida y sus extrañas manías, pero temo que me golpeé. No… la verdad es que soy egoísta.

Posiblemente sus gustos se consideran anormales, los míos en realidad también, aunque por aquí hay personas que le apreciamos mucho. Bien, para mi amiga, aquí están sus cinco minutos de fama en mi blog. Quizás después se quejes porque pensará que esta pieza es más pequeña que las otras… o tal vez, me dará un pequeño golpe en mi brazo por haber hablado de ella, como sea aquí está la huella del delito.

Dormiré temprano el día de hoy. Sólo pude descansar tres horas, más no me olvido de esto. No pienso hacerlo, he empezado a tomarle cariño y a divertirme, tal vez porque es una pieza más de mí. Me agrada, y eso está bien. Significa que después de todo, me agrado en días como hoy.

Tristán.

martes, 4 de enero de 2011

Seguna pieza

El mismo día, horas más tarde. ¿El tema de esta pieza? Ninguno… aún. Sólo surgirá cuando las palabras colapsen y el silencio me diga que debe haber un poco de ruido para que pueda desaparecer.

Quisiera saber si estos relatos deben tener un límite; supongo que no, pueden ser cortos o extremadamente extensos. El día de hoy, no ocurrió nada extraordinario en mi vida, lo cual se podría decir que es bueno. Estoy de vacaciones y ciertamente, no sé con qué pueda llenar todo este tiempo en blanco, cuando por el momento parece que no puedo salir, o quizás es desgano para hacerlo.

Una clara muestra de ellos, son estos nuevos diez minutos dedicados a escribir las cosas como según se me están viniendo a la cabeza; posiblemente ya tenga un nuevo tema del qué tratar en mis próximos temas, más puede que lo olvide y después quiera hablar de otra cosa. Dicen que escribir cosas como éstas tiene un efecto terapéutico. Que escribir es bueno; expresa todo lo que tú eres.

Dicen que los escritores expresan entre líneas lo que sienten. Si este es un escrito sólo para decir cualquier cosa, para expresar mis pensamientos, ¿también tendrá que decir algo entre líneas? Hay días en lo que no me agradan las personas que analizan todo. Yo soy una de esas personas que analizan todo… ¿eso significará que hay días en los que no me agrado?

No me siento de esa manera hoy. Es un día tranquilo, uno de esos días en lo que no te detienes a analizar si te caes bien a ti mismo. Tal vez sea una buena idea ver hasta qué punto me simpatizo. Pero hoy no.

Iré a leer un libro que ya he leído más de ocho veces. Leeré sólo mi parte favorita o la escena que más me guste. Cerraré el libro a los diez minutos y prenderé la tele. Estos días he tenido un poco de adicción a estar frente a la computadora, de modo que no sé cuanto podré estar fuera de ella.

Como sea, aquí está la pieza de hoy. Es deforme, pero quizás eso sea lo que hace del rompecabezas, un juego tan divertido.
Tristán.

Primera pieza

Definir la personalidad de alguien es difícil y es aún más imposible hacerla con la de uno mismo. Al menos, eso es lo que yo creo. No puedo decir en unas cuantas palabras quién soy yo, qué me gusta y qué no. Tampoco puedo poner mis gustos exactos de música. No sigo nada, leo de todo un poco, opino de igual manera.

Mi mente es una red imposible de deshacer. Cada nudo es algo de mí. Es difícil saber hasta qué punto me conozco; pero bien dicen, empecemos por partes.

Datos innecesarios de mi vida, esparcidos por el mundo, para que extraños los lean, se rían, se sientan identificados unos segundos y después lo olviden. Retazos de mi alma, pedazos de mi vida, palabras que fueron expresadas y que sólo yo sabré por qué le tomé cierto significado.

Ésta es mi visión del mundo. En lo que creo y lo que no, mis razones, mis pensamientos. Mis diez minutos dedicados a este espacio. Oraciones ilógicas que entrelazaré poco a poco.

Quizás al final de todo, puede que le encuentre un sentido a todo esto. Quizás arme una historia digna de contar un día. Tal vez no, pero, una amiga mía me dijo alguna vez, que las palabras que escribimos pueden darle un consuelo a alguien. Puede que en medio de esto, alguien me entienda y me considere su amigo.

Es de madrugada. ¿Hay más noctámbulos por aquí el día de hoy? Pasen, lean, regístrense y olviden. Sonrían un poco. Descansen y tengan sueños dignos de recordar pero que olvidaran a los cinco minutos de haber despertado.

Es hora de dormir, pero no tengo sueño.

Ésta es la primera pieza de mí que no podrá calzar correctamente en el rompecabezas de mi alma.


Tristán